USA | En la medida en que la alta tecnología encuentra medios para hacerse ubicua y domestica, va ganando terreno en áreas antes impensada para ella. Así es cada vez más cotidiano ver como la mecatrónica y la robótica tiene que ver con el arte actual.
El 29 de setiembre pasado, por ejemplo, el Storefront for Art and Architecture (Vitrina para el Arte y la Arquitectura), presentó una nueva exhibición producto de una investigación de tres años en el instituto ETCH Zurich por el grupo de arquitectos suizos Gramazio & Kohler. La exhibición consiste en la construcción de un muro diseñado digitalmente y construido por un brazo mecánico. El robot llamado Pike Loop, es el primer proyecto arquitectónico construido íntegramente por un robot.
Si con la silla Sclavi tenemos problemas para llamarla arte, con lo que haga este brazo mecánico posiblemente se podría ser más complicado aún. Así que hay que tomar estos experimentos (silla y robot) como ejercicios de extensión de nuestros criterios de lo que es arte. El Pike Loop es un brazo mecánico no es un androide, es decir no tiene aspecto antropomórfico, y tal vez por lo mismo no produce esa mezcla de fascinación y temor que eventualmente producen otro tipo de robots.
Durante cuatro semanas, lo que el Pike Loop hará es levantar con mucha precisión un muro ondulante (más o menos un bucle) con más de siete mil ladrillos, algo similar a lo que hizo en la Bienal Arquitectónica de Venecia 2008.
Según Kohler el trabajo explora la utilidad estética de los robots industriales convencionalmente utilizado en el montaje de automóviles, introduciendo cada cierto tiempo modificaciones al muro que construye el Pike Loop y replanteándose el tema de la interactividad. Si lo que hace un robot es arte o no, no está en discusión en esta oportunidad, ya que solo es una exhibición de prueba para percibir la actitud del público, pero que esto es la avanzada de lo que se pueda considerar arte hecho por servomecanismos autónomos, sin duda.
Enviado por: Roberto Praga